Marco de inversión en sistemas alimentarios

Un marco de inversión integrado para sistemas alimentarios resilientes al clima y al agua

El problema: brecha de financiación

La mayoría de los peligros climáticos que afectan a los pequeños agricultores más pobres del mundo están relacionados con el agua, como lluvias impredecibles, sequías, inundaciones y el aumento del nivel del mar. Estos riesgos son particularmente preocupantes, ya que la agricultura y el procesamiento de alimentos son pilares económicos vitales para muchos países en desarrollo, representando más del 25% del PIB en algunas naciones africanas y proporcionando medios de vida al 70% de las poblaciones más pobres del mundo. Las pequeñas explotaciones agrícolas, que suministran entre el 30 y el 40% de la producción mundial de alimentos y dependen principalmente del agua de lluvia, son especialmente vulnerables. Para alimentar de manera sostenible a una población mundial proyectada de 10 mil millones de personas para 2050, es fundamental aumentar las inversiones en agua y sistemas alimentarios. Sin embargo, las brechas de financiación anuales actuales, estimadas entre 182 y 664 mil millones de dólares para la infraestructura relacionada con el agua y entre 300 y 350 mil millones de dólares para los sistemas alimentarios, resaltan un déficit general asombroso de entre 500 mil millones y 1 billón de dólares.

Esta enorme brecha de inversión supera la capacidad fiscal de muchos países con recursos limitados, lo que dificulta la construcción de sistemas alimentarios resilientes al clima y al agua sin apoyo externo. Sin una financiación adecuada, el cambio climático continúa desestabilizando la disponibilidad de agua, degradando la biodiversidad y socavando la salud de los ecosistemas, lo que amenaza la fiabilidad y la productividad de la agricultura. El IPCC informa de un aumento del 50% en la variabilidad de las precipitaciones en las últimas cinco décadas, lo que hace que los sistemas hídricos sean cada vez más erráticos e impredecibles, mientras que la contaminación del agua crece. En este contexto, invertir en sistemas alimentarios e hídricos resilientes no es solo una necesidad para la adaptación climática, sino también una oportunidad estratégica para impulsar los beneficios colaterales en materia de seguridad alimentaria, protección de infraestructuras, preservación del capital natural y crecimiento económico sostenible.

La solución: un marco de inversión integrado

El marco de inversión integrado presenta un modelo “4 por 4” para superar las principales barreras estructurales y de diseño en la financiación de sistemas alimentarios resilientes al clima y al agua. Sus componentes centrales (Beneficio, Agrupación, Construcción para la bancarización y Combinación) promueven el acceso equitativo, alinean las inversiones con las prioridades nacionales, mejoran la viabilidad de los proyectos y movilizan capital público-privado. El marco se pone en práctica a través de cuatro vías de inversión prioritarias: agricultura regenerativa, enfoques basados en el paisaje, financiación paciente para infraestructuras a gran escala y financiación del capital natural para la conservación de humedales. Estas vías tienen como objetivo fortalecer los sistemas alimentarios, proteger los recursos naturales y atraer financiación diversa mediante la alineación de los rendimientos financieros con la resiliencia climática y los objetivos de sostenibilidad.

Impacto

El Marco de Inversión Integrado ofrece un enfoque transformador para reorientar las estrategias de inversión hacia sistemas alimentarios resilientes al clima, abogando por una realineación estratégica de las políticas y la financiación. Para poner en práctica este cambio, introduce un modelo de ejecución financiera que apoya el despliegue de capital en tres áreas clave: (a) Política y datos, que fomenta un entorno habilitante; (b) Originación de inversiones, que estandariza el diseño de proyectos e incorpora la gestión integrada del agua; y (c) Estructuración financiera, que aprovecha instrumentos innovadores para atraer capital diverso para la sostenibilidad a largo plazo. Juntos, estos componentes permiten un enfoque más coordinado, resiliente y sostenible de las inversiones en el sistema alimentario mundial.

El Suplemento de Planificación de la Inversión en el Sistema Alimentario, basado en el Marco de planificación y movilización de inversiones climáticas, aborda estos problemas guiando a las partes interesadas en la movilización de financiación climática eficaz hacia sistemas alimentarios resilientes. (Disponible aquí)