
Dushanbe, la capital de Tayikistán, está dando pasos audaces hacia un futuro más sostenible y habitable. En 2012, la ciudad se unió al programa Ciudades Verdes del BERD y empezó a desarrollar su Plan de Acción para una Ciudad Verde (GCAP, por sus siglas en inglés) con el fin de abordar los antiguos retos medioambientales y establecer un nuevo rumbo para un crecimiento urbano resistente al clima.
Como muchas ciudades en crecimiento, Dushanbe se enfrenta a presiones de todas partes: envejecimiento de las infraestructuras, contaminación atmosférica, ineficacia energética y degradación medioambiental. El GCAP se creó para abordar de frente estos retos y guiar la transformación ecológica de la ciudad.
Esto es a lo que se enfrenta Dushanbe:
- La energía: La demanda de calefacción y refrigeración de la ciudad va en aumento, y gran parte de ella se satisface con carbón y plantas industriales que producen muchas emisiones.
- El agua: Los residentes se enfrentan a un acceso al agua poco fiable, a un consumo excesivo y a unos sistemas de tratamiento de aguas residuales deficientes.
- El transporte: Los vehículos viejos y la falta de opciones de transporte limpio contribuyen en gran medida a la contaminación atmosférica.
- Edificios: El parque de viviendas antiguas carece de aislamiento y eficiencia energética, y las inversiones en edificios ecológicos siguen siendo limitadas.
- La industria: Las industrias urbanas suelen basarse en métodos de producción insostenibles y contribuyen a la contaminación.
- Residuos: Los métodos anticuados de eliminación y los vertederos sobrecargados presentan graves riesgos para la salud pública y el medio ambiente.
- Tierra y Naturaleza: La ciudad asiste a una pérdida constante de espacios verdes y a un aumento de la degradación del suelo.
Para abordar estas cuestiones, el GCAP de Dushanbe establece una visión a largo plazo: una ciudad limpia, sana y segura, formada por infraestructuras sostenibles y una mayor resistencia al clima. El plan se ajusta a los objetivos más amplios de desarrollo con bajas emisiones de carbono de Tayikistán y describe 27 acciones prioritarias -17 centradas en inversiones y 10 en políticas- que se llevarán a cabo a lo largo de cinco años.
¿El precio? Se calcula que 255,27 millones de euros. Pero la recompensa es importante: se espera que el plan reduzca casi 140.000 toneladas de emisiones de CO₂ al año, al tiempo que crea 885 puestos de trabajo en áreas como la infraestructura verde y los servicios urbanos. La financiación procederá de una combinación de gobiernos locales y nacionales (10%), el sector privado (6%) y la mayor parte (84%) de socios internacionales para el desarrollo, principalmente mediante préstamos en condiciones favorables.
Para garantizar el seguimiento, el GCAP incluye una estructura de gobierno y un marco de supervisión claros, que mantienen la aplicación transparente y responsable.
La historia de Dushanbe es un claro ejemplo de cómo incluso las ciudades que se enfrentan a grandes retos medioambientales y económicos pueden trazar un nuevo rumbo más ecológico, con la planificación, el apoyo y la visión adecuados. El Plan de Acción de Ciudades Verdes no es sólo una lista de objetivos; es una hoja de ruta práctica y financiada hacia un futuro urbano más sostenible.
Para saber más sobre esta historia, visita el Plan de Acción de Ciudades Verdes (GCAP) de Dushanbe.