Componente 1

Identificar necesidades de inversión basadas en evidencia

El proceso de planificación de la inversión climática está diseñado para conducir a un conjunto bien definido de inversiones y actividades de apoyo que desbloqueen las acciones de mitigación y adaptación necesarias para alcanzar los objetivos climáticos y evitar la mala adaptación.

Estas necesidades deben basarse en una comprensión sólida del impacto deseado de mitigación y adaptación, los objetivos del país establecidos en su NDC y cualquier estrategia nacional o sectorial relacionada con el clima (NAPs/LT-LEDS) y las prioridades de desarrollo. La aplicación de este componente es esencial para acceder a determinadas fuentes de financiación (por ejemplo, el FVC) y garantizar que la planificación y la movilización de las inversiones conduzcan a resultados climáticos y de desarrollo concretos, como la reducción de emisiones y el aumento de la resiliencia.

Paso 1

Extraer información de instrumentos de políticas de desarrollo climático y comprender qué pruebas o análisis adicionales pueden ser necesarios para formular inversiones

Las NDCs, NAPsy LT-LEDS, las Comunicaciones Nacionales, las estrategias sectoriales y otros instrumentos políticos de desarrollo climático proporcionan puntos de partida fundamentales para comprender la base empírica para la planificación de la inversión y la priorización de las necesidades de inversión. Para fundamentar las propuestas de inversión e identificar cualquier otro análisis o laguna que deba abordarse, los países pueden comparar la información contenida en sus NDC, PANy LT-LEDS, por ejemplo, con los requisitos de pruebas sugeridos en esta guía y los recursos adicionales disponibles en este sitio web. En este punto, los países también pueden tratar de desarrollar un análisis que facilite la transformación a nivel de sistemas a más largo plazo, si previamente han examinado las necesidades de inversión a través de una lente más incremental, a corto plazo o de un solo sector.

Ejemplo: Belice llevó a cabo un proceso consultivo sectorial estructurado para determinar sus necesidades de inversión para alcanzar los objetivos de la NDC. El país revisó las políticas nacionales sobre cambio climático y las estrategias sectoriales para identificar acciones y programas que contribuyeran a los objetivos de mitigación y adaptación. Un grupo técnico de líderes sectoriales se aseguró de que todos los resultados estuvieran científicamente fundamentados y alineados con las políticas, estrategias y planes de acción nacionales. Como parte de este proceso, se actualizaron las estrategias sectoriales para reflejar la mayor ambición de Belice respecto a las NDC, garantizando la coherencia y la alineación con las prioridades nacionales.


Paso 2

Realizar evaluaciones de riesgo y vulnerabilidad del cambio climático

Una Evaluación de Riesgos del Cambio Climático (ERCC) permite a un país comprender su vulnerabilidad al cambio climático y priorizar la planificación de acciones de adaptación. Esta evaluación puede realizarse (total o parcialmente) como precursora de las NDC, los NAP el diseño de LT-LEDS. Las escalas espacial, temporal y sectorial de realización de una CCRA no permiten un marco universal. Sin embargo, una CCRA sólida debería llevarse a cabo a la escala sectorial y subnacional más relevante para el sector, permitiendo a los países identificar, priorizar y diseñar intervenciones de adaptación y, por tanto, reducir eficazmente la vulnerabilidad y el riesgo relacionado con el cambio climático, aumentar la resiliencia y evitar la mala adaptación. Las CCRAdeben basarse en datos científicos y observados bien contrastados sobre el cambio climático y en datos socioeconómicos relevantes a la escala necesaria para apoyar las decisiones de inversión. Por lo general, una evaluación

  • contener un análisis específico del contexto de los peligros del cambio climático, la exposición, la vulnerabilidad y los riesgos generales;
  • incluyen tendencias o casos históricos y futuros de sucesos/peligros relacionados con el cambio climático y sus repercusiones;
  • presentar la cartografía de los focos de vulnerabilidad a los peligros del cambio climático;
  • analizar los posibles factores no climáticos y la capacidad de adaptación a los riesgos e impactos de los peligros climáticos;
  • proponer una lista de posibles intervenciones diseñadas para mejorar la resiliencia y reducir el riesgo de impacto, incluyendo cualquier proyecto actual en curso o finalizado;
  • conducen lógicamente a políticas habilitadoras, fuentes de financiación y mecanismos para la acción climática;
  • llevarse a cabo de forma interdisciplinar y participativa, implicando a expertos internacionales y locales, así como a las principales partes interesadas y a los responsables de la toma de decisiones;
  • ser parte integrante de un proceso de adaptación (con un vínculo claro con cualquier planificación de adaptación existente y con las actividades de adaptación en curso).

Ejemplo: Ruanda, con el apoyo de NDC Partnership, llevó a cabo evaluaciones del riesgo y la vulnerabilidad al cambio climático para mejorar la resiliencia y orientar las estrategias de adaptación. Mediante la cartografía basada en el Sistema de Información Geográfica (SIG) y la colaboración de las partes interesadas, Ruanda identificó los sectores vulnerables, como la agricultura y el agua, e integró estas conclusiones en su PAN y en las NDCactualizadas. Estas evaluaciones han informado las prioridades de inversión, atraído financiación internacional para el clima y apoyado la aplicación de medidas para proteger a las poblaciones vulnerables y promover la gestión sostenible de los recursos.

Los resultados de una CCRA pueden definir puntos de entrada para promover intervenciones transversales, multisectoriales e inclusivas que aborden riesgos climáticos complejos e interactivos, a la vez que proporcionan beneficios colaterales económicos y no económicos según la CMNUCC y la Acuerdo de París. Estas intervenciones suelen formularse y aplicarse en varios sectores (por ejemplo, agricultura, agua, energía, transporte, etc.) y escalas (por ejemplo, nacional, subnacional, a nivel de cuenca hidrográfica, etc.). Dados los diversos e intrincados contextos socioeconómicos y climáticos a diferentes escalas y sectores, la combinación óptima de variables sustitutivas y métricas para llevar a cabo una CCRA puede variar. Por lo tanto, se recomienda una evaluación multiescala de los riesgos del cambio climático específica para cada sector, a fin de garantizar acciones de adaptación climática más adaptadas y concertadas que aborden las necesidades de las comunidades. Esto es crucial para orientar la planificación de la adaptación y proporcionar la base científica para que los países atraigan financiación climática para poner en marcha las acciones más adecuadas para reducir la vulnerabilidad a los riesgos relacionados con el cambio climático, aumentar la resiliencia y evitar la mala adaptación multiescala.


Paso 3

Identificar los escenarios de emisiones del país para el potencial de mitigación

Los escenarios de emisiones representan las posibles trayectorias que podría seguir un país en las emisiones de GEI. Haciendo suposiciones sobre cómo se desarrollará la sociedad, incluyendo factores como el crecimiento de la población, es posible estimar tendencias en las emisiones que podrían revelar intervenciones prioritarias de mitigación. Por ejemplo, si las tendencias indican un descenso sistémico de las emisiones de un sector concreto y un aumento en otro, un país puede optar por dar prioridad al sector con emisiones crecientes.

Los factores determinantes de los escenarios de emisiones se conocen como fuerzas impulsoras. Las principales fuerzas que “impulsan” las emisiones futuras de un país incluyen el crecimiento de la población, los cambios en el uso de la energía, el desarrollo económico y tecnológico y el cambio en el uso del suelo.

Partiendo de los inventarios de emisiones existentes y de los escenarios de emisiones modelizados, un país puede identificar el potencial de mitigación más significativo en toda su economía y empezar a elaborar una lista de posibles intervenciones que conducirían a la mitigación de los GEI.

Ejemplo: Georgia desarrolló su LT-LEDS, que incluye escenarios detallados de emisiones alineados con sus objetivos NDC. Esta estrategia esboza vías para reducir las emisiones de GEI en sectores clave, proporcionando una base para inversiones específicas que permitan alcanzar sus objetivos climáticos.


Paso 4

Identificar posibles necesidades de inversión en mitigación y adaptación climática a nivel sectorial

Los pasos descritos anteriormente deberían conducir a un conjunto validado de posibles necesidades de inversión en mitigación y adaptación climáticas que respondan a los retos del cambio climático y a las circunstancias únicas del país. En este punto, las necesidades de inversión se caracterizan en términos generales a nivel sectorial y no como intervenciones o inversiones específicas, lo que permite una mayor flexibilidad en la fase de planificación financiera.

Ejemplo: Fiyi identificó las necesidades sectoriales de inversión en mitigación y adaptación al clima para alinearlas con sus objetivos de la NDC. Mediante un análisis exhaustivo, el país priorizó sectores clave como la energía, la agricultura, la silvicultura y el agua, centrándose en acciones de gran impacto como las energías renovables, la agricultura sostenible y la resiliencia costera. La participación de las partes interesadas garantizó que las necesidades identificadas reflejaran las realidades locales, mientras que la integración en la Estrategia de Financiación Climática y el PAN de Fiyi proporcionó una hoja de ruta clara para su aplicación. Este enfoque permitió a Fiyi atraer financiación internacional y avanzar en proyectos específicos, haciendo progresar significativamente sus objetivos climáticos y de desarrollo.


Paso 5

Realizar un análisis de las prácticas comunes

Realizar un estudio que analice en qué medida las tecnologías o prácticas de mitigación y adaptación identificadas anteriormente ya están difundidas en los sectores de intervención. Este estudio identificaría las actividades que se han implantado anteriormente o que están operativas actualmente en el país y que son comparables en escala, en las tecnologías que utilizan y en el entorno en el que operan. El análisis debería determinar hasta qué punto estas actividades han penetrado en el mercado y considerar factores como las condiciones del mercado, la viabilidad comercial, el entorno normativo, los obstáculos a la implantación y los incentivos financieros. Este análisis descendente ayudará a los países a determinar si ya se han implantado tecnologías o prácticas similares en el país, cuáles son y si se necesita financiación en condiciones favorables. En última instancia, el análisis de prácticas comunes proporcionaría información sobre las intervenciones prioritarias y el tipo de financiación necesaria.